Letra: Giovanni Lindo Ferretti
Música: Gianni Maroccolo, Giorgio Canali
(versión "deshidratada" por Franco Battiato)
Mi abuelo se sienta a la mesa,
bendice el pan, alimento cotidiano.
Pide concede perdón.
Mi abuela dice sí, no,
se debe, no se debe,
se puede, no se puede.
se debe, no se debe,
se puede, no se puede.
Dice lo que sabe, ella lo sabe
y ella sabe que yo lo voy a aprender.
y ella sabe que yo lo voy a aprender.
Ahora me siento a la mesa,
bendigo el pan, alimento
cotidiano.
Pido concedo perdón.
Digo sí, digo no,
se debe, no se debe,
se puede, no se puede,
se debe, no se debe,
se puede, no se puede,
a quienes quiero, el establo, la familia,
a aquellos de quienes soy responsable,
a quienes rindo cuentas.
a quienes rindo cuentas.
Rindo honor a quien me ha precedido,
entre miles de errores y abominables creencias
me ha hecho vivir, sobrevivir, crecer.
El mundo es complejo, encantador, difícil.
Rindo honor a quien me ha querido,
miles y miles de errores, abominables presencias,
estoy vivo, he sobrevivido, crecido
y el mundo es difícil.
Mi abuelo era fuerte, alto.
Mi abuela fuerte, flaquita.
Se han amado siempre, deseado, querido.
Mi abuelo era bello.
Mi abuela, bella.
Lo eran para ellos.
Lo eran para ellos.
Culpas y defectos se pagan por sí mismos.
Rindo honor a quien me ha precedido,
entre miles de errores y abominables creencias
me ha hecho vivir, sobrevivir, crecer.
El mundo es complejo, encantador, difícil.
Rindo honor a quien me ha querido,
miles y miles de errores, abominables presencias,
estoy vivo, he sobrevivido, crecido
y el mundo es difícil.
Lo codicio, me atrae,
me confunde, lo aprecio.
Divino su costo,
humano su precio,
es un precio, su precio
lo acepto, lo pago, lo aprecio.